02-07-2025
Jesús Rubio: “Hacen falta enfermeras y que estas se sientan reconocidas y adecuadamente pagadas”
Entrevista a Jesús Rubio, profesor. Facultad de Medicina y Enfermería EHU. Sección Donostia
El pasado 21 de mayo el Pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) aprobaba el Marco Estratégico para los Cuidados de Enfermería 2025-2027 (MECE), una herramienta clave para definir un modelo de práctica profesional en el ámbito de los cuidados, mejorar los resultados en salud de la población y afrontar los retos demográficos, epidemiológicos y sociales actuales.
Jesús Rubio ha participado desde su origen en el Comité Científico-Técnico que ha elaborado el nuevo marco representando a la Conferencia Nacional de Decanas y Decanos de Enfermería y, como experto, en el Comité de Cuidados de Salud. Le entrevistamos para conocer más en profundidad qué supone el nuevo marco en la práctica profesional enfermera.
¿Qué aspectos destacarías de este nuevo Marco Estratégico para los Cuidados de Enfermería?
El MECE plantea unas líneas estratégicas de actuación para enfermería en el conjunto del Sistema Nacional de Salud (SNS). Corresponderá a las comunidades autónomas, en nuestro caso al Departamento de Salud del Gobierno Vasco, su implementación, ampliación y mejora. Es decir, el Departamento de Salud del Gobierno Vasco deberá determinar qué va a hacer para conocer las necesidades de salud, también, de cuidados de salud de la población vasca y los recursos que va a necesitar, incluyendo el número de enfermeras, para dar respuesta a esas necesidades(LE1).
El modelo de práctica profesional enfermera que plantea, concretando las plazas de enfermeras especialista y desarrollando nuevos perfiles profesionales, como la Enfermera de Práctica Avanzada (EPA) (LE2). También tendrá que hacer un desarrollo normativo propio para que en el Sistema Sanitario Vasco se implementen algunos de los desarrollos normativos comunes para el Sistema Nacional de Salud (LE3). Tendrá que visibilizar la oferta de cuidados enfermeros que, por ejemplo, en este momento es invisible en Osakidetza y qué modelo de liderazgo va a desarrollar para los cuidados de salud (LE4). Por último, tendrá que definir cómo va a implementar la investigación y la innovación en cuidados de salud (LE5). Tendrá que decidir si sigue el modelo de Andalucía, que propone que el sistema sanitario público tenga contratadas a tiempo completo enfermeras investigadoras.
El Ministerio de Sanidad, por su parte, ha presentado dos informes, Situación actual y estimación de la necesidad de enfermeras en España 2024 y Situación laboral y necesidades percibidas por las enfermeras en España. 2024, que recomiendo leer. Además, está trabajando en la modificación del marco legislativo, presentando recientemente un anteproyecto de modificación de la Ley del Medicamento que pretende aumentar la capacidad prescriptora de las enfermeras.
Aumentar las competencias
¿Este marco fortalecerá realmente el papel de las enfermeras en el Sistema Nacional de Salud?
El MECU tiene precisamente ese fin: aumentar las competencias profesionales de las enfermeras. Las propuestas recogidas están alineadas con iniciativas similares propuestas para otros sistemas sanitarios, por ejemplo el Sistema Británico de Salud (NHS). El argumento básico es que las enfermeras tienen una sólida formación universitaria que les capacita para asumir muchas más funciones y responsabilidades dentro del Sistema Sanitario, garantizando la seguridad de los pacientes y mejorando la salud de la población.
De hecho, el informe del Triple Impacto (Triple Impact) que dio origen a la campaña Nursing Now evidenciaba que invertir en enfermeras mejoraba la salud de la población, reducía las desigualdades sociales y de género y, además, tenía un efecto positivo sobre la economía del país.
Dicho esto, hay que tener en cuenta que el MECU es una herramienta que tiene que desarrollarse e implementarse en las comunidades autónomas.
¿Qué cambios o mejoras en la práctica profesional enfermera podría traer la implementación de este marco?
Los dos informes presentados este año por el Ministerio de Sanidad a los que hacía referencia, destacan la imperiosa necesidad de atraer y fidelizar al talento enfermero. Hacen falta enfermeras y hace falta que esas enfermeras se sientan reconocidas y adecuadamente pagadas. Que sus condiciones laborales les permitan conciliar su trabajo enfermero con su vida personal y familiar. Además, es necesario que su labor se desarrolle en entornos que garanticen la seguridad del paciente y eso significa que la carga de trabajo (asistencial), debe permitir que una enfermera pueda desarrollar adecuadamente su trabajo sin estrés. En otras palabras, debe haber enfermeras suficientes. No se trata de una ratio, sino de construir soluciones dinámicas que puedan dar respuesta a necesidades de cuidados de salud cambiantes.
Por otro lado, en esos informes también se indica que deben definirse las plazas de enfermeras especialistas en todas las organizaciones sanitarias. También las plazas de enfermeras expertas o de práctica avanzada. En realidad, a mayor nivel de implementación de las líneas estratégicas del MECU, mayor impacto positivo en la práctica profesional enfermera. Ahora la pelota está en el tejado del Departamento de Salud del Gobierno Vasco.
En cuanto a los resultados en salud y calidad de vida de los y las pacientes, ¿cómo puede contribuir el MECE a mejorarlos?
Florence Nigthingale ya demostró en el Hospital de Scutari, durante la guerra de Crimea a mediados del siglo XIX, que los cuidados de enfermería reducían la mortalidad del 40% al 3%. La evidencia científica recogida para el informe Triple Impact de 2016, elaborado por una comisión de todos los grupos políticos del parlamento británico, ya evidenciaba que el desarrollo de las competencias enfermeras tenía un impacto positivo para la salud.
Desde entonces, hay numerosas publicaciones en revistas de alto impacto que evidencian que el trabajo de las enfermeras aumenta la seguridad de los pacientes, mejora los resultados en salud y la calidad de vida de la población y, además, lo hace de una forma más eficiente. Esto es parte del trabajo que se ha realizado desde el Comité de Cuidados de Salud. Por tanto, no se trata de “creer” sino de “afirmar”.
Líneas estratégicas
El marco se organiza en 5 líneas estratégicas, ¿dan respuesta a los desafíos que afrontan nuestros sistemas sanitarios?
Las 5 líneas estratégicas resultantes son fruto del consenso entre los múltiples actores que han intervenido en su aprobación. En mi opinión, intentan dar respuesta a buena parte de los problemas relacionados con los cuidados de salud y la práctica profesional enfermera. Formulan propuestas para intentar solventar cuestiones actuales y puede parecer que tienen una visión cortoplacista. La propia evolución del sistema sanitario determinará si estas líneas son capaces de dar respuesta a las necesidades futuras.
Por ejemplo, en este momento, desde la Conferencia Nacional de Decanas y Decanos de Enfermería estamos trabajando en el desarrollo de una nueva Orden CIN que regule los estudios de las futuras enfermeras. Estamos realizando un ejercicio de prospectiva (future thinking) analizando megatendencias y hay dos, que emergen muy claramente, que no están recogidas en ese Marco Estratégico de Cuidados Enfermeros.
Por un lado, el avance exponencial del conocimiento en todas las áreas y el desarrollo tecnológico, con un papel creciente de la aplicación de la inteligencia artificial y, por otro, todo el enfoque de la Salud Planetaria (Planetary Health).
Visibilización y liderazgo es una de estas líneas, ¿de qué manera va a fomentar el MECE el liderazgo de las enfermeras?
En primer lugar, visibilizando la actividad enfermera. En la memoria de las organizaciones sanitarias, la actividad enfermera es invisible. Se trata como una actividad intermedia de los procesos que desarrollan las organizaciones sanitarias. No aparece en la cartera de servicios y no existe en los resultados de actividad. El primer paso es considerar la actividad enfermera, desde una perspectiva de gestión, como una actividad finalista, con su propia cartera de servicios y sus propios indicadores de actividad. Esto haría que la oferta de cuidados enfermeros se tuviera que incluir dentro de la cartera de servicios de todas las organizaciones sanitarias y, en consecuencia, también en sus memorias.
Tomando de nuevo como ejemplo a Florence NIgthingale, evidenciando y comunicando a la sociedad el impacto positivo en la salud de los cuidados enfermeros. Esto implica, por una parte, el compromiso a evaluar los cuidados, determinar si son coste-efectivos, medir el impacto real en la salud y la calidad de vida y además, transmitirlo a la ciudadanía. También se trata de impulsar que enfermeras expertas puedan ser la imagen visible en campañas de promoción de la salud, o la fuente cualificada de información para acciones de divulgación sanitaria, o quienes expliquen a la ciudadanía cuestiones de salud de actualidad.
Aunque quizá la propuesta de más impacto es impulsar que haya enfermeras en todos los órganos políticos o técnicos, en los que se decidan las políticas de salud, sus estrategias, los recursos etc. En este sentido, la creación de una Chief Nursing Officer (CNO), Responsable Ejecutiva de Enfermería, como la que ya tienen muchos países de nuestro entorno y propone la Organización Mundial de la Salud, constituiría un logro simbólico asociado al liderazgo enfermero.
¿Qué importancia adquiere la investigación y la innovación en cuidados dentro de este nuevo marco?
El MECE lo que hace es recoger una necesidad sentida dentro del sistema sanitario. Si los cuidados en salud son un elemento esencial del sistema sanitario y se estima que va a haber un crecimiento muy importante de la necesidad de cuidados, asociada al envejecimiento poblacional, resulta imprescindible investigar e innovar en cuidados. Investigar en nuevas y mejores formas de cuidado, en desarrollar e implementar nuevos materiales y dispositivos técnicos para el cuidado. También en evaluar los cuidados que prestamos, en determinar su efectividad real y su coste-efectividad.
“Cualquier enfermera puede ser líder de los cuidados que presta”
¿Te gustaría transmitir algún mensaje a tus compañeras/os en Gipuzkoa en relación a lo que supone este nuevo marco y lo que puede representar?
Lo resumiría con una frase del escritor uruguayo Eduardo Galeano: “Mucha gente pequeña, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”. Puede parecer que el MECU es una cuestión que solo afecta a las altas esferas de la política, a las personas responsables del Departamento de Salud, de Osakidetza, de las Direcciones de las OSIs. Sin embargo, tiene también una lectura y aplicación a nivel micro, que implica a todas las enfermeras. Cualquier enfermera puede ser líder de los cuidados que presta, si hace todo lo posible para prestar los mejores cuidados según la evidencia científica disponible. Si evalúa los resultados de sus cuidados. Si utiliza los resultados de esa evaluación para mejorar sus cuidados y para evidenciar los resultados de salud que producen. Si formula propuestas para mejorar su actividad o los cuidados que presta. Si comparte los resultados positivos de su actividad y su forma de hacer para que otras enfermeras puedan mejorar en jornadas de buenas prácticas o en congresos. Si se presenta como enfermera, con nombre y apellidos, en su práctica profesional diaria.
Hay cientos de pequeños gestos y acciones asociadas a la actividad cotidiana de todas las enfermeras que dan soporte a todas y cada una de las líneas estratégicas del MECU. La suma de todas ellas es la nos permitirá mostrar a la sociedad el efecto positivo de los cuidados en salud y la importancia de las enfermeras que los prestan.
¿Y a los representantes institucionales?
Me gustaría invitar al Consejero de Salud del Gobierno Vasco, ya que él mismo aprobó en el Consejo Interterritorial de Salud el Marco Estratégico para los Cuidados Enfermeros, a que públicamente exponga que va a hacer para desarrollar esas líneas estratégicas. Y que, además, explique si va a crear una Dirección de Cuidados en Salud en su propio Departamento, como ya tienen otras comunidades autónomas o indica la propia Organización Mundial de la Salud.
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